Ya eres copywriter, ¿y ahora qué? Crea tu propio negocio de copywriting con mucho flow.

microcopywriting

Los pequeños detalles hacen grande a tu marca

Índice

Microcopywriting o cómo cuidar la experiencia del cliente

Así es como se rompe una relación:

Imagínate que reservas mesa una noche en un restaurante superchulo, 100% ecológico y sostenible, que solo trabaja con productos bio y de comercio justo. Vamos, la panacea universal que el planeta necesita. Todo en un mismo sitio.

Qué maravilla.

Mientras ojeas con curiosidad la carta, para abrir boca pides un batido de fresas kilómetro 0: de la huerta a tu mesa. No puede ser más natural. “Fresas que saben a fresa y fresas que huelen a fresa”. Es lo que pone en la carta. En este restaurante saben lo que es el copywriting.

Cuando el camarero te sirve ese delicioso elixir de frutos rojos, observas con asombro que un objeto multicolor no identificado lo acompaña.

Su aspecto es alargado y cilíndrico.

Qué raro.

No puede ser. 

Es…

Imposible.

¿Es una pajita? 

Es una pajita y es de PVC.

Fin de la historia.

Mal.

Muy mal. 

Te invade un sentimiento de decepción, traición, incongruencia, que se entremezcla con tus ojos como platos y la sensación de “esto no me cuadra”, “esto no me lo esperaba”, “con lo fácil que era ponerme una pajita de papel o no ponerla».

Ser coherente o no ser

Los pequeños detalles salvan relaciones, sean del tipo que sean. Es más, unen a tu marca con tu consumidor.

En un entorno como es el digital donde el copywriting viste de palabras lo intangible del mundo online, cada espacio para comunicar es una oportunidad de hacer grande tu marca.

Las palabras importan. Con ellas cuidamos la experiencia del usuario (UX): guiamos a nuestros clientes en los procesos, eliminamos objeciones y conseguimos que sientan que detrás de la pantalla hay personas que se preocupan al milímetro de su bienestar.

Eso es el microcopywriting: el cuidado de tus mensajes al detalle, con cariño y con atención. La vueltita de tuerca, el guiño, el broche de oro y la originalidad. Llámalo como quieras.

¿Lo vemos en profundidad? Esta vez tengo en mi blog a una invitada: una copywriter con mucha puntería, que siempre que escribe lanza mensajes directos y con un tono de voz muy suyo. Se llama Verónica Cabrero y compartimos juntas proyectos de copywriting & branding.

copywriter Veronica Cabrero
Verónica Cabrero, Copywriter

Hoy es ella quien te cuenta qué es el microcopywriting (con ejemplos incluidos).

Ahí va:

¿Qué es esto del microcopywriting?

Vamos a empezar con una definición básica tan obvia que cae por su propio peso. Como un problema de mates de esos que comenzaban con un condicional:

Si el copywriting es – parafraseando a Elena Peinador – una técnica de redacción empática y persuasiva, ¿qué es el microcopywriting? Pues una técnica de redacción empática y persuasiva, pero en chiquitito.

Ahí lo tienes. La mismísima navaja de Ockham o lo que es lo mismo: «la explicación más sencilla suele ser la correcta».

Así es. 

El microcopywriting son pedacitos de copy que no pertenecen al texto principal – al groso del mensaje – pero que buscan impactar y seguir llamando la atención del lector.

El objetivo es darle una vueltecita a cualquier texto, por pequeño que sea, para provocar reacciones y sorprender. Y de esta forma mantener la conexión con tu avatar con piezas de contenido inesperadas en los lugares más recónditos.

Si en algún momento has estado navegando por una web y el hecho de aceptar la dichosa política de privacidad o recibir el clásico mensaje de error 404 te ha sacado una sonrisa, felicidades, has vivido en tus propias carnes el efecto microcopywriting.

¿Para qué sirve el microcopywriting?

El fundamento principal del copy es saber escribir las palabras adecuadas para conectar con las emociones de tu público objetivo y así, conseguir el tuyo: convertir.  

Convertir visitas en ventas, visitantes en leads o convertir príncipes en sapos. Lo que tú quieras, pero convertir.

→  Humanizando tu marca

→  Provocando interés.

→ Creando deseo.

→ Llamando a la acción.

El microcopywriting no es más que una manera de seguir explotando este recurso allí donde haya un pequeño espacio para seguir escribiendo y, por supuesto, transmitiendo tu esencia.

El objetivo es impactar con las palabras a quien te lee, en cada hueco o en cada pop-up, manteniendo la coherencia de tu mensaje, tu voz y la personalidad de tu marca. Y, sobre todo, siendo coherente con la percepción de marca que has construido.

Ojo con esto…

Es como un girito de tuerca que sorprende y que consigue que la conversación entre la persona que te lee y tú no solo fluya sin interferencias, sino que sorprenda y además haga que ganes puntitos extra. 

Es la guinda del pastel.

Somos así… Cualquier guiño o cariñito extra nos gana y nos gusta.

El microcopywriting guía, fideliza, humaniza, mejora la experiencia del usuario y convierte cada visita en una verdadera experiencia. 

Única y diferente.

¿Cómo y dónde usarlo?

El copywriting y el microcopywriting están en todos lados. 

No hace falta ser Sherlock Holmes.

Están en la pizarra del menú del día que alguien ha escrito con salero y que te invita a entrar y probarlo aunque no te gusten los callos; y también está online – claro – en ese textito curioso de las cookies que te salta de repente y que otro alguien se ha preocupado en redactar de forma curiosa.

La clave está en “ese alguien”, en esa persona que escribe para personas.

Como te comentaba antes, cada espacio que te brinde tu web es un buen sitio para escribir microcopy. 

Te dejo aquí unos buenos ejemplos de microcopywriting:

#01. Error 404

Errar siempre es una buena oportunidad para hacerlo mejor. Elena Peinador (vengaaa, autobombo) lo deja claro en su propuesta de microcopywriting para estos casos. Y además, te redirige a su página de contacto para solventar dudas… Qué crack.

¿Te imaginas estar a punto de tomarte una cervecita La Virgen y que de repente su web te dé un error? Sin problema. ¿Se van de cañas?, ¡no! Hacen microcopy:

#02. Política de Privacidad

Da pereza solo pensar en leer estas políticas – da pereza la política, en general- . De hecho, casi todo el mundo las suele aceptar si leer. Clicas y pa´lante (tú y yo también).

Muy mal. 

Pero al menos, mira, el tipo de mensaje que ha escrito rojohueso en su web te cuenta lo justo y lo básico de tal manera que (aunque no las leas al completo, porque no las vas a leer) te da tranquilidad y confianza. 

#03. Formulario de contacto

El club Sabandijers es un espacio para emprendedores online que quieren ganar dinero con sus negocios en Internet. Así de claro. 

Lejos de la imagen de los gurús del marketing que circulan por el mundo online – a los que critican sin pelos en la lengua –  ofrecen en su plataforma los recursos, la formación y un contenido actualizado en marketing digital desde un punto de vista radicalmente honesto y en un tono sincero y 100% irreverente. 

Son brutales.

Su formulario de contacto refleja en pocas palabras su propuesta de valor: 

#04. Formulario de suscripción

Platanomelón utiliza el microcopy adaptándolo a su rollo, divertido y desenfadado, y te invitan así a unirte a su Club. A tope de beneficios y fuera objeciones.

#05. CTA

¿Quién dijo que los botones de acción tenían que ser aburridos? Se acabó el “Comprar”, “Únete” o el “Haz clic aquí para…”.

Factoryfy es una agencia de publicidad especializada en el diseño de logos, páginas web e identidad corporativa. En su pestaña de productos ofrecen soluciones de todo tipo dependiendo del momento en el que esté el negocio. Para gustos, colores. Muchos colores. Como cada empresa es única, no te venden paquetes de servicios, son una fábrica y los fabrican para ti.

#06. Cookies

Y llega la joya de la corona, las galletitas más famosas. Cada vez más los portales web aprovechan este mensajito para dejar su branding de la forma más ingeniosa posible.

Microcopywriting en su máxima expresión.

Con su habitual tono creativo y descarado, PutosModernos® hacen suyo el mensaje de las cookies. Desde luego, son los jefes de las palabras. Y del BlaBlaBla.

No se me ocurre mejor manera para ir terminando, que ponerle un broche al artículo con el microcopy de cookies de una tienda de galletas. No ha sido difícil, Dulce Regina es probablemente la mejor tienda de galletas del mundo (y también la más simpática).

Hay millones de ejemplos más en los que podrás encontrar la magia del microcopywriting: confirmaciones de registro, emails, cancelaciones de suscripción etc. 

Ahora te toca a ti sacar la lupa y observar esos pequeños textos de cerca.

En resumen

Siempre que escribas un texto para tu marca (sea del tamaño que sea), recuerda cuál es el objetivo principal, a quién representan tus palabras y a quién te diriges.

Impacta, llama la atención, fideliza, empatiza, guía y haz que la experiencia del usuario sea precisamente eso: una verdadera experiencia.

Ya has visto de qué va el microcopywriting, para qué sirve, cómo y dónde usarlo y unos ejemplitos para que te quede todo claro.

Sabes cómo hacer grande tu marca con los pequeños detalles.

Y te has llevado una sorpresa al descubrir que el microcopy es, sin duda, la guinda de tus textos.

Ahora, ¡escribe lo que quieras, pero que se entere todo el mundo!

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