Ya eres copywriter, ¿y ahora qué? Crea tu propio negocio de copywriting con mucho flow.

el juego de los ángulos vivos

Lo más buscado en Google: tu criterio

Índice

Hace un par de semanas, mientras impartía un taller de Copywriting + SEO en el Tecnocampus de Mataró, gracias a Miquel Carabaño, confirmé una idea que llevo tiempo sospechando: a veces pensamos que el SEO va de algoritmos, de herramientas, de trucos que nos sitúan arriba en Google… cuando en realidad va de algo mucho más humano. Va de empatía. De mirar cómo busca una persona cuando necesita una respuesta. De entender qué siente antes de teclear una palabra y qué espera encontrar al otro lado.

El verdadero desafío no está en colocar keywords, sino en ampliar la mirada. Por eso, antes de hablar de estrategias o de posicionamiento, yo quería que los alumnos calentaran las neuronas. Que cuestionaran. Que se hicieran buenas preguntas. Que entendieran que ni Google ni ChatGPT les van a dar algo esencial: criterio propio.

Porque la voz de una marca no sale de un prompt.

El criterio es ese filtro invisible que separa un texto correcto de un mensaje que conecta y traspasa pantallas. O lo que es lo mismo: la diferencia entre sonar igual que todos… o sonar como tú. Esa fue la clave de la clase: enseñarles que nadie más puede tener su punto de vista, pero que lo que sí puede hacer ChatGPT es ayudarles a amplificarlo.

Un mismo problema, visto desde diferentes ángulos

Una de las partes más potentes de la sesión fue cuando empezamos a observar un problema desde distintos lados. La mayoría de las búsquedas en Google parecen simples: “solución antiencrespamiento”, “cremas para piel sensible”, “cómo invertir mejor”, “alquiler en Barcelona”. Pero detrás de cada búsqueda hay vidas completamente diferentes, emociones dispares y urgencias de distinta gravedad.

El error clásico del copywriting es responder a una búsqueda como si fuera una sola intención.
No lo es.
Nunca lo es.

Por ejemplo, dos personas pueden buscar “ortodoncia invisible”, pero una lo hace porque se siente insegura cuando sonríe y la otra porque simplemente quiere evitar la incomodidad de los brackets. El problema es el mismo; la emoción, no.

Cuando escribimos pensando solo en “la palabra clave”, anulamos ese matiz. Y el matiz es lo que vende.

Lo que hicimos en clase fue girar las preguntas. En vez de quedarnos con la superficie, nos metimos en lo que realmente está pasando a un nivel mucho más profundo:

¿Qué problema dice resolver este producto… y cuál resuelve de verdad?
¿Qué creencia existe detrás de esta categoría?
¿Qué pienso YO sobre esto? ¿Desde qué perspectiva quiero contarlo? ¿Cómo puedo defender mi punto de vista muchas veces y sin repetirme?

Aquí nació el juego de los ángulos: decir lo mismo de maneras completamente diferentes.
Hablamos de cómo una marca de moda puede pasar de “compra sostenible” a “el verdadero lujo es conservar”. O de cómo “tener canas” deja de ser un signo de vejez para convertirse en un símbolo de experiencia. O de cómo “estar en forma” no es solo rendimiento, sino paz mental, identidad, pertenencia, salud emocional.

No cambiamos el producto. Cambiamos la mirada. Porque sí, queremos que el SEO funcione, pero lo importante es posicionarse en la mente de nuestra buyer persona.

Escapando del cliché a marchas forzadas

Esa flexibilidad de mirada es oro puro cuando escribes: te permite adaptar el mensaje a distintas personas, distintas creencias y distintos momentos vitales. Te obliga a escapar del cliché y del discurso plano, porque te hace ver que no todos llegan desde el mismo sitio, ni por las mismas razones.

Y aquí es donde aparece, de nuevo, el criterio. Porque no queremos decir obviedades ni repetir siempre lo mismo, ¿verdad?

ChatGPT puede darte veinte variaciones, sí. Puede sugerirte nuevas metáforas, extender el campo semántico, ofrecerte palabras relacionadas. Pero lo que no puede decidir es qué ángulo refleja tu punto de vista. No puede elegir cuál representa tu marca. No puede pensar por ti.

La herramienta amplifica.
Pero tu criterio le da una dirección única. La que tú quieres.

Ejemplo: un mismo problema, cuatro búsquedas distintas

Vamos a analizar qué diferentes búsquedas tiene un problema concreto:

PROBLEMA: No puedo dormir.
PRODUCTO: App con rutinas científicas + audioguías para descansar mejor.

1. Búsqueda: “no puedo dormir por ansiedad”

Intención emocional: preocupación constante.
Qué está pidiendo: calma inmediata.

TITULAR SEO para anuncio:
Duerme mejor aunque tu mente no pare.

Copy del anuncio:
Audioguías de 10 minutos para calmar la ansiedad antes de dormir. Respira, baja el ritmo y descansa sin luchar contra tus pensamientos.
CTA: Empieza hoy mismo.

En este anuncio no están vendiendo un método, sino una solución que te da alivio inmediato.

2. Búsqueda: “remedios para dormir rápido”

Intención emocional: urgencia.
Qué está pidiendo: resultado rápido.

TITULAR SEO:
Concilia el sueño en menos de 5 minutos.

Copy:
Rutinas científicas y ejercicios prácticos para quedarte dormido más rápido desde la primera noche. Adiós vueltas en la cama.
CTA: Prueba la técnica.

En este caso, están vendiendo efectividad, ponen foco en el resultado. Es una promesa clara y medible.

3. Búsqueda: “cómo dormir mejor sin medicación”

Intención emocional: preocupación por dependencia o efectos secundarios.
Qué está pidiendo: remedio natural.

TITULAR SEO:
Duerme mejor, sin depender de pastillas.

Copy:
Métodos naturales basados en respiración, hábitos y neurociencia. Recupera tu descanso sin depender de medicamentos.
CTA: Descubre cómo.

Aquí vendemos una salud consciente. Nos alejamos de la promesa “resultados rápidos” porque queremos construir confianza.

4. Búsqueda: “me despierto muchas veces por la noche”

Intención emocional: frustración, cansancio.
Qué está pidiendo: explicación.

TITULAR SEO:
¿Te despiertas a mitad de la noche?

Copy:
Identifica por qué te pasa y aprende rutinas que estabilizan tu sueño paso a paso. No lo normalices: tiene solución.

 CTA: Mejora tu descanso.

Aquí no vendemos rapidez ni remedios naturales, sino entendimiento: sabemos cómo se siente y queremos darle motivos y una solución.

Antes de escribir un anuncio, pensemos cuál es la intención de búsqueda del target

Después de analizar estos cuatro ejemplos del mismo producto desde diferentes intenciones de búsqueda, queda claro que:

  1. El problema es el mismo, pero la vivencia cambia.
  2. La intención cambia → la búsqueda cambia → la respuesta debe cambiar.
  3. El copy no se limita a repetir la keyword, sino que interpreta la emoción que hay detrás.
  4. El SEO te da las variaciones, pero tu criterio decide el ángulo.

Recuerda que escribes para personas usando el algoritmo, y no al revés.

El SEO hace que te encuentren; el copywriting, que se queden

Trabajar el SEO es necesario, por supuesto. Nos ayuda a que nos encuentren. Pero lo que hace que una persona se quede, lea, confíe y finalmente compre… no es la palabra clave. Es la manera en la que le cuentas la historia.

El ángulo que eliges.
La emoción que activas.
El punto de vista que defiendes.
La sensibilidad con la que interpretas lo que le pasa a tu público.

Y todo esto, evidentemente, no está en ChatGPT (al menos por ahora). Búscalo en ti, porque no es la IA, eres tú.

Si te ha sido útil, compártelo:

¿Y si te digo que tengo mucha más inspiración y consejos para ti?

Suscríbete para convertir tu negocio en una marca de alto rendimiento que inspire confianza y consiga resultados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ir arriba

Suscríbete a mi Blog

Branding + Copywriting + Creatividad

¡ES GRATIS! :-)