Desmontando mitos sobre el copywriting
Solo hace falta que te des una vuelta por internet para ver que está plagado de mensajes así:
Las palabras mágicas que atraen a los clientes adecuados.
La fórmula infalible para escribir llamadas de acción que atrapen.
El sistema de 4 pasos para convertir textos en ventas.
Cómo escribir emails que no pasen desapercibidos.
Las 5 claves para redactar un “Sobre mí” que llame la atención.
Descubre la técnica para escribir tus artículos del blog más rápido
Yo misma he creado titulares de ese estilo.
Y lo mejor de todo es que no solo suenan de maravilla, sino que además funcionan. En la mayoría de casos no son promesas que se las lleva el viento. Bien aplicadas te facilitan mucho la vida e incluso sin ser copywriter profesional te sacan de un apuro.
¿Cuál es el problema?
Que para que tu copywriting sea potente, no puedes copiar fórmulas, plantillas ni métodos universales. Poder puedes, y es un buen punto de partida para romper con el bloqueo de la hoja en blanco, pero siento decirte que no será suficiente. No, si no le aplicas tu propio criterio y lo haces con tu estilo único.
Más allá de los métodos más famosos de copywriting
En copywriting no existen fórmulas infalibles que te ahorren tiempo y mucho menos que te hagan ser diferente de los demás, como por arte de magia. No existen los atajos ni las verdades absolutas. Ahí precisamente está la gracia de esta maravillosa profesión.
Para escribir textos relevantes, útiles y empáticos no hay un solo camino correcto. Cada copywriter debe encontrar el suyo. A base de prueba y error, te darás cuenta con qué estilo te sientes más cómodo y qué contenidos te funcionan mejor.
Ahora bien, hay métodos (prefiero llamarlos así) que son una muy buena base para poner en orden tus ideas.
AIDA no es solo un nombre bonito
Seguro que te suena el famoso AIDA. Atención, Interés, Deseo y Acción. Este es el modelo clásico que debe seguir un texto publicitario para conseguir un determinado objetivo. Es muy antiguo y sigue funcionando hoy en día. Tiene toda la lógica:
Primero quieres llamar la atención para que se fijen solo en ti. Después generas interés por lo que estás diciendo o vendiendo y provocas que quieran saber más. Sigues creando deseo y haces que el cliente potencial se imagine cómo será su vida contigo y qué perderá sin ti. Y, por último, buscas su (re)acción: descargar algún recurso, comentar, comprar, apuntarse, etc.
Sencillo, claro y efectivo. Como tiene que ser. El copywriting huye de las complicaciones.
PAS es mucho más que tres letras
¿Qué decir del método PAS que ya no sepas? Problema, Agitación y Solución. Una manera muy directa de presentar tu propuesta. Hablas de cuál es el problema del target, haciendo que se sienta identificado. Agitas ese conflicto y agrandas las consecuencias que puede provocar. Para acabar, te conviertes en su héroe y le das una solución fácil, rápida y efectiva.
Lo puedes utilizar en cualquier publicación: desde páginas de venta hasta publicaciones en redes sociales. Es un método todoterreno para escribir textos persuasivos.
Solo te he explicado dos métodos de copywriting, y aquí lo dejo, porque yo en realidad quiero hablarte del método que utilizo a diario desde hace más de 15 años. Creo que te puede ayudar.
En busca de mi “fórmula no fórmula” de copywriting
Te aseguro que ya no aplico ningún método en concreto. Surge. Cuando llevas tanto tiempo pensando en clave copywriting, la estructura y las palabras aparecen sin forzar una fórmula. Es lo que tiene llevar toda una vida dedicándote a las palabras.
Tal vez te ayuda saber cuál es mi triple “fórmula no fórmula” de copywriting:
- Escuchar mucho para entender.
- Investigar y sacar conclusiones.
- Ser muy sincera con lo que estoy ofreciendo.
Siempre, por encima de todo, hay una máxima: querer ayudar. Hacer un esfuerzo por ponerte en la piel de esa persona y entender qué le pasa, por qué se siente de una determinada manera y cómo podría aliviarle ese “conflicto”.
La llave maestra que te abre las puertas al corazón de las personas
No soy la primera persona que te lo dice, y seguro que tampoco la última: tus textos deben respirar empatía. A lo que yo añadiría: toneladas de sentido común. Lo que tal vez no te han dicho es que con esto no hay suficiente.
Sin el ingrediente estrella del copywriting tus textos no serán apetecibles: la creatividad. ¿Por qué? Porque internet va sobrado de páginas web, videos, presentaciones, anuncios, spots… y todo tipo de comunicaciones persuasivas. Cuando alguien se sale del camino marcado, al menos, es un valiente. Y a la gente le gusta la valentía.
Escribe tus textos como te dé la gana (pero bien)
Atrévete. Sigue la estructura que quieras, rompe patrones, ¡sé diferente! Está bien que sigas alguna fórmula de copywriting (no te será difícil encontrar millones buscando en Google), pero adáptala a ti. De lo contrario, sonarás igual que todos.
Ya de nada sirve escribir con plantillas ni seguir fórmulas infalibles. Para ser únicos debemos desafiar nuevas formas de hacer las cosas.
De la misma manera que tu cliente habla diferente al resto de clientes, tu marca no puede decir lo mismo que otras marcas. ¿Qué es lo que te diferencia a ti de otros profesionales? Ese punto creativo que solo tú tienes. Crea tu estilo de copywriting.
¿Sabes cuál es mi estilo? Simple. Hacerme preguntas hasta que me estalle la cabeza: ¿por qué el cliente necesita mi producto? ¿cómo se va a sentir? ¿cómo voy a cambiar su vida? ¿qué va a ganar conmigo y qué va a perder? Y cuando tengo las respuestas, creo un titular para cada una de ellas. ¡Ya tienes una posible “fórmula no fórmula” de copywriting!
Me gustará leer en los comentarios cómo aplicas tu propia “fórmula” a la hora de escribir cualquier texto 😉
1 comentario en “La fórmula no fórmula de copywriting”
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